Comunicación: mensajes
Según la RAE, "mensaje" tiene las siguientes definiciones:
(Del prov. messatge).
1. m. Recado que envía alguien a otra persona.
2. m. Aportación religiosa, moral, intelectual o estética de una persona, doctrina u obra.
3. m. Trasfondo o sentido profundo transmitido por una obra intelectual o artística.
4. m. Comunicación oficial entre el poder legislativo y el ejecutivo, o entre dos asambleas legislativas.
5. m. Comunicación escrita de carácter político social, que una colectividad dirige al monarca o a elevados dignatarios o que estos dirigen a ella.
6. m. Biol. Señal que, mediante mecanismos fundamentalmente bioquímicos, induce en las células o los organismos una respuesta determinada.
7. m. Ling. Conjunto de señales, signos o símbolos que son objeto de una comunicación.
8. m. Ling. Contenido de esta comunicación.
Las definiciones más apropiadas para el tema que nos ocupa son la 7 y la 8, que describen lo que sería el mensaje dentro de una comunicación.
La palabra mensaje entró al idioma español a través del provenzal (relativo a una antigua provincia de Francia) messatge según la RAE, formado a partir de voces del latín tardío messàgium o missàgium, basada en missus, participio del verbo mittere, mandar. La palabra es muy parecida en otras lenguas latinas: francés (message), italiano (messaggio), portugués (mensagem).
Proceso de comunicación
Cada vez que nos comunicamos, entran en juego seis factores: un emisor envía un mensaje a un receptor o destinatario a través de un canal que sirve de contacto entre ambos. Este mensaje es construido de acuerdo a un código que, para posibilitar la comunicación, debe ser común al emisor y al receptor, de modo que el mensaje puede ser codificado y decodificado. Este mensaje es emitido dentro de un contexto de referencia, es decir, un contexto que define las relaciones que existen entre el mensaje y el objeto o realidad a la que alude.
Es importante tener en cuenta que el código no solo es lingüístico, sino que también existen otros como el alfabeto Morse, el lenguaje de sordomudos, las señales del tránsito, etc. Tal como revisaste en el módulo de Lengua Castellana, no solamente nos comunicamos con palabras, sino que existen otras formas de comunicación, como los gestos o las distancias.
A continuación, te presentamos una situación comunicativa, para que te acostumbres a identificar los factores presentes en ella.
Andrés: “Juan, tengo hambre”.
Juan: “Yo también, ¿cuánto falta para el recreo?”
Andrés: “No sé, pregúntale a Pedro”.
través del cual se transmitió, permitió el contacto entre ambos hablantes.
En este caso, el canal está determinado por las ondas sonoras porque es una conversación oral. Cuando Juan le responde a Andrés (“Yo también, ¿cuánto falta para el recreo?”) se transforma en emisor de un nuevo mensaje y Andrés en receptor de él. En consecuencia, en la comunicación habitual los roles de emisor y receptor pueden intercambiarse. El contexto del mensaje corresponde a aquellos elementos a los cuales el mensaje se refiere. Por ejemplo, cuando Andrés le dice a Juan que le pregunte a Pedro, se refiere probablemente a algún compañero de curso. La palabra “Pedro” alude a una realidad no lingüística: una persona.
Connotación y denotación
Los mensajes pueden tener dos niveles de significación: estos son el plano denotativo y el plano connotativo. El plano denotativo es el valor informativo o referencial de un término o palabra (significado literal o del diccionario) y el plano connotativo tiene que ver con el uso figurado del lenguaje. Por ejemplo: si le decimos a un amigo: “Eres un zorro”, el plano denotativo nos llevará al diccionario: “zorro: animal mamífero de la familia de los cánidos”, mientras que en el plano connotativo, por su parte, el término “zorro” adquiere un valor metafórico: significará astucia o hipocresía. A través del lenguaje figurado, se establece una relación de semejanza entre un animal
y un ser humano.
A partir del ejemplo anterior podemos señalar que la denotación se centra en el valor referencial de las palabras, y se vincula con el significado establecido en el código de la lengua. La connotación, en cambio, implica los posibles nuevos sentidos o valores que podemos agregar al significado referencial. La connotación, entonces, se relaciona con el carácter polisémico de una obra, es decir, con la posibilidad de asignarle distintos sentidos.
Clasificación de los mensajes
Los mensajes se pueden clasificar, dependiendo del tipo de comunicación, como verbales (comunicación verbal) y no verbales (comunicación no verbal). Los mensajes verbales no necesariamente se tratan de algo hablado, algo oral; un texto, por ejemplo, se trata de un mensaje verbal. De la misma manera, la comunicación no verbal no es exclusiva de gestos y posturas; los sonidos de aprobación y desaprobación también se pueden considerar como tales.
A manera de ejemplo, en un principio el cine era mudo, por lo que la mayoría del mensaje (excepto el texto que era incluido entre escenas) era del tipo no verbal. La radio, en cambio, ofrecía mensajes de caracter verbal para los oyentes.
Otra clasificación que podemos darle a los mensajes es si estos son explícitos o implícitos. Los explícitos son aquellos mensajes directos que no se andan con rodeos con respecto a lo que intentan representar, o dar a entender. Casi siempre están hechos para permitir sólo una interpretación. Los mensajes implícitos, son aquellos en cierta forma indirectos, están allí, pero no lo cantan a los cuatro vientos. Generalmente uno debe ser quien da cuenta de ellos, además, pueden admitir diversas interpretaciones dependiendo de la persona.
Como ejemplo de este tipo de mensajes, tomemos la publicidad asociada a un buen whisky: el mensaje explícito, al igual que en la mayoría de los tipos de publicidad, es instar al receptor que compre el citado whisky. El mensaje implícito, en cambio, asocia el acto de beber ese whisky, a ser una persona refinada, instruida, que tiene éxito entre las mujeres.
Otro tipo de mensajes que existen, son los llamados mensajes subliminales. Estos mensajes, en teoría, están presente dentro de otros mensajes pero de una manera tan sutil, que no los captamos concientemente, sino que es nuestro inconciente quien los capta. Su función sería manipular nuestros pensamientos de forma en que no nos demos cuenta. Tienen propósitos muy diferentes: en publicidad casi siempre buscar crear necesidades falsas, para que la persona compre un producto que realmente no necesita, en supuestas escuelas de entrenamiento militar, su objetivo sería desensibilizar a los soldados si llegado el momento deben atentar contra otros seres humanos, o crear falsos sentimientos de odio con respecto a ciertos países. Muchas personas piensan que hay una conspiración a nivel mundial que mediante mensajes subliminales, nos quieren llevar a un orden donde sólo unos cuantos nos gobernarán. En si, no son más que especulaciones, pero puede que algo de verdad tengan.
En nuestro país
Un fenómeno que ocurre en nuestro país con respecto a los mensajes, es que muchas veces estos tienen un doble sentido, y casi siempre este doble sentido tiene una connotación de índole sexual. Esto está prácticamente asentado en nuestra cultura, y dicho sea de paso, cuando estos mensajes se hacen llegar a los receptores destinatarios en el momento justo, son de gran éxito.
Finalizando
El sentido o significado de los mensajes depende del medio (emisor) desde donde son transmitidos, así como también del receptor al que pretenden llegar y del tipo de mensaje en si (explícitos, verbales...). Hoy en día, que somos bombardeados continuamente con mensajes provenientes de la televisión, radio, periódicos, panfletos, celulares, etc.; sería interesante comprender el trasfondo de estos, si van dirigidos hacia nosotros, qué objetivo quieren cumplir, si son correctos a nuestro juicio, en qué fallan, y otros tantos factores que nos harán dar cuenta de que el mensaje es una poderosa herramienta con la que contamos los seres humanos, y que es posible llegar muy lejos si son usados de manera óptima.
Bibliografía:
1.- Etimología de mensaje. Autor: Philippe Vicente.
2.- Literatura: módulo 1 estudiantes. Autor: No definido. Educar Chile